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- Doctor -dijo el paciente triste-, Ese payaso soy yo. |
Había una vez un hombre triste que fue a ver al médico para que le
curase de su melancolía. El médico lo reconoció a fondo y le dijo:
- No he podido encontrarle nada mal, pero voy a darle un consejo. Hay un circo en la ciudad, vaya esta misma noche. Verá un payaso que es tan divertido que no podrá parar de reírse en una semana.
Que triste realidad.
- No he podido encontrarle nada mal, pero voy a darle un consejo. Hay un circo en la ciudad, vaya esta misma noche. Verá un payaso que es tan divertido que no podrá parar de reírse en una semana.
Que triste realidad.